¡Seguimos en Burundi!

 


Vayamos a donde vayamos los niños se sorprenden al ver nuestra piel blanca y gritan “mzungu” (blanco). Algunos se asustan. Otros se aventuran a tocarla. La forma de decir hola es decir PAZ (Amahoro)

Burundi es un país muy pequeño (del tamaño de Galicia) que según la Dra. Marta Conde gran conocedora de Burundi, para nosotros está en “el culo del mundo”, para ellos es “el corazón de África”. A pesar de ser tan pequeño, el índice de natalidad es muy alto (cada mujer tiene entre 5-6 niños en su vida) por lo que vemos gente por todos lados, sobretodo niños.

Burundi ha sufrido mucho por las guerras de etnias. En Burundi conviven 3 etnias: hutus, tutsi y batwa o pigmeos, que son los más pobres. Ahora viven en paz.

Os cuento por encima lo que estamos haciendo a nivel de ayuda social. En el siguiente post os hablo de la ayuda médica.

Os dije que estuvimos en Kirundo con las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta que trabajan y dedican su vida a cuidar a los más pobres de entre los pobres. Toda una experiencia conocer su centro y poder llevarlas medicación y material de curas, y ropa a los niños huérfanos residentes del centro.

También hemos estado en Ndava, un pueblo a 40 minutos de Ngozi donde la ONG ASU ha construido una escuela primaria, la secundaria en construcción y un magnifico centro materno-infantil. Una mujer acababa de dar a luz en unas condiciones de seguridad e higiene maravillosas. El camino es una pasada, saliendo niños de todas las esquinas para seguir a los coches de los mzungu. 

También visitamos poblados de los Batwa o pigmeos, la etnia minoritaria en Burundi y la más pobres. Visitar su pueblo es un impacto emocional fuerte, pero es increíble cómo con visitarles ya les produce una gran ilusión. 

Como podéis ver en el vídeo de Instagram @ricardoruizdermatologo repartimos ropa, zapatos, gafas de sol (son un tesoro y las llaman Amarori) y chuches. Y pudimos colaborar en la construcción de alguna casa de ladrillos de adobe, ya que sus chozas arden con facilidad por lo que hay muchos niños con grandes quemaduras. Estas acciones las pudimos hacer a través de la ONG ASU.

A la dieta de los niños les falta proteína por lo que nos sugirieron que compráramos cabras a familias con la condición de que no se las coman rápido, las crucen y beban su leche. Podéis ver en el vídeo el proceso de seleccion.

En resumen, para poder ayudar aquí no hace falta ser médico. De todas forma la sensación que le queda a uno es que nuestra ayuda es pequeña e insignificante.

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