¿Y DESPUÉS DE LA PANDEMIA QUÉ?


Nos encontramos ante una devastadora e inesperada pandemia producida por un virus que va a cambiar nuestra forma de vivir y trabajar. En España vivimos probablemente el peor momento de la crisis desde que se inició. Se nota incluso en los WhatsApp: ya no son tan “chisposos”. La mezcla de tristeza por amigos o familiares afectados, el miedo al contagio y la incertidumbre económica nos hacen estar en un estado mental muy extremo. ¿Pero realmente qué es lo que nos espera? ¿Cómo va a cambiar la forma de ir al médico cuando salgamos de nuestro confinamiento?
Voy a aventurarme a predecir las 4 etapas a las que nos vamos a enfrentar en los próximos meses:

  • Control de la pandemia
  • Adaptación psicológica
  • Retorno a la actividad
  • Una nueva sociedad

1. CONTROL DE LA EXTENSION DE LA PANDEMIA

Con las medidas adoptadas en España y la mayoría de los países desarrollados la extensión de la pandemia va a empezar a disminuir. En Singapur, Hong Kong y China la gente ya empieza a salir a la calle y los negocios empiezan a abrir.
Una de las claves para conseguir el control de las pandemias en estos países ha sido, además de las medidas que todos conocemos, la del control de los contagios del personal sanitario.
En el primer brote que ocurrió en Wuhan, China, las probabilidades de que el personal sanitario se contagiara era 3 veces superior a la de la población general. Además, este personal sanitario llegaba a sus casas y contagiaba a sus familias, por lo que hubo que traer profesionales de otras zonas de China, exactamente 42.000 profesionales. ¿Sabéis cuál fue el porcentaje de infección de este personal? Pues alrededor de 0%. La clave fue el uso de material y protocolos de seguridad. Podéis encontrar más detalles en este interesante artículo del New Yorker publicado hace dos días por el prestigioso cirujano de Harvard Atul Gawande

En España tenemos la suerte de contar con un personal sanitario magnífico que se está dejando la piel en distintos hospitales públicos y privados. POR FAVOR, POLITICOS Y DEMAS AUTORIDADES, TIENEN QUE CONSEGUIR MATERIAL ADECUADO PARA NUESTRO PERSONAL SANITARIO. Es humillante para nuestro colectivo y para España que seamos el país del mundo donde el personal sanitario se contagia más. Y la razón es clara: mis compañeros me cuentan con qué material de protección más ridículo trabajan en muchas ocasiones.

Esta fase de control durará varias semanas todavía en España ya que como sabéis todavía no hemos alcanzado el “pico”.

Observa este GIF donde se compara lo que ocurriría si no se adoptaran las medidas contundentes como el confinamiento, produciéndose un tremendo caos sanitario:

 2.  ADAPTACION PSICOLÓGICA A LA PANDEMIA

El confinamiento y la situación global aumenta día a día la sensación de preocupación, ansiedad y tristeza en nuestra sociedad. Además, la propia enfermedad nos ha cortado la posibilidad del “contacto físico” con los demás, lo cual es especialmente doloroso en nuestra cultura mediterránea acostumbrados a relacionarnos en la cercanía. En estas situaciones es muy humana la tendencia hacia el PENSAMIENTO NEGATIVO.
Os voy a contar la historia de las flechas de Buda. Buda le preguntó a un discípulo: Si a una persona le clavan una flecha, le duele, ¿verdad? ¿Pero y si le clavan una segunda flecha? ¿Le duele más? Y Buda añadió: en la vida no podemos controlar el dolor de la primera flecha. Sin embargo, la segunda flecha es nuestra reacción a la primera, y ese dolor sí lo podemos controlar. La primera flecha es la infección por Coronavirus: familiares y amigos afectos, confinamiento, cierres de empresas, etc. Eso no podemos evitarlo. Pero sí podemos controlar el dolor de la segunda flecha: la ansiedad, el miedo, los pensamientos negativos, la tristeza.
Estas reacciones negativas son muy humanas, pero pueden aliviarse si potenciamos nuestra RESILIENCIA, es decir, mejorando cómo nos adaptamos psicológicamente a estas situaciones extremas. Y esto se consigue, según los expertos, a través de:


 3. RETORNO A LA ACTIVIDAD

En pocos meses desde el comienzo de la crisis empezaremos a retomar nuestro día a día. Esta vuelta a la normalidad no debe precipitarse ya que:

  • Para entonces todavía no habrá una vacuna ni probablemente tratamientos médicos muy eficaces para la infección.
  • También hay que seguir teniendo en cuenta la disponibilidad de los “recursos”: un paciente intubado está de media 3 semanas en la UVI.
  • Probablemente después de este “pico” de contagios que estamos a punto de alcanzar, habrá otros “picos”. Este gráfico es del Imperial College de Londres donde predice cómo serán esos picos alterándose con periodos de “distancia social”:


Esta vuelta a la actividad deberá gradual, tomando las precauciones sanitarias correspondientes, y teniendo en cuenta la posibilidad de nuevos brotes de infección. Por ello en el caso de la dermatología, al igual que en muchas otras especialidades médicas, sin duda se implantarán medidas como las siguientes:
  •           Salas de espera descongestionadas manteniendo la “distancia social”.
  •           Personal médico y no médico con mascarillas y guantes.
  •           Limpieza extrema de todas las superficies de la consulta antes y después de cada paciente.
  •           Se evitará saludar al paciente dando besos y dando la mano.
  •           Si cualquier trabajador tiene el mínimo síntoma se le relevará de la asistencia.
  •           Se cuidará de esterilizar constantemente superficies los pomos de las puertas hasta los móviles o los teclados de los datáfonos.

Todas estas medidas y alguna más que tendremos que adoptar, se mantendrán hasta que haya una población inmunizada importante. Además, habrá un desarrollo extraordinario de la TELEDERMATOLOGIA, y sólo se visitará físicamente al médico cuando sea estrictamente necesario.

 4. UNA NUEVA SOCIEDAD

Hay que tener en cuenta que para que haya una vacuna segura y eficaz para toda la población tendrán que pasar según los expertos 18 meses. Probablemente llegue antes un tratamiento eficaz de la infección.

Por ello nuestra sociedad, al igual que nuestras consultas, no va a ser la misma en los próximos meses. El uso de la tecnología y la actividad “online” inundará todas nuestras actividades y las de nuestros hijos, tanto a nivel profesional como docente y lúdico.

Todos los negocios donde hay grupos de personas se harán de otra manera: los gimnasios venderán material para casa y programarán clases “online”, los cines eliminarán butacas para conseguir la “distancia social”, las reuniones serán virtuales o en salas donde no haya aglomeraciones. Tardaremos en abrazarnos y besarnos como lo hacíamos antes. Y la relación con nuestros mayores cambiará: por su seguridad no podremos tenerlos muy cerca hasta que podamos ofrecerles una inmunidad.

Nuestra privacidad disminuirá. Este hecho será más traumático en el mundo occidental, ya que en los países asiáticos están más acostumbrados a cámaras de vigilancia, sistemas de reconocimiento facial y control de comportamientos individuales y colectivos. Israel y Singapur ya está utilizando el GPS de los móviles de los ciudadanos para controlar sus movimientos con la información añadida de si el ciudadano es Coronavirus positivo. Actualmente ya existen aplicaciones en China disponibles para la población que detectan si nos encontramos cerca de un caso positivo. Las líneas aéreas podrán ver si hemos estado en áreas de pandemia, habrá escáneres de temperatura para entrar en determinados recintos, dispondremos de documentos que certifiquen que hemos desarrollado inmunidad ante el virus a través de una vacuna o una infección previa, etc.

Quedan muchas preguntas en aire. No sabemos lo que ocurrirá en países en vías de desarrollo, ni si el verano ayudará a desactivar la pandemia en el hemisferio norte, ni conocemos la capacidad de desarrollar mutaciones del virus. Actualmente hay varias cepas de este virus, unas más agresivas que otras, que probablemente produzcan inmunidades diferentes.


Las decisiones que tomen nuestros políticos definirán la economía, la cultura, la forma de relacionarnos y la manera de ir al médico. La mayoría de nosotros sobreviviremos a esta pandemia, pero viviremos en un mundo nuevo. Ánimo a todos.










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