MAS INFORMACION SOBRE EL CORONAVIRUS

A la hora de escribir estas líneas, se han confirmado dos muertes en España por coronavirus, y son 198 los casos oficiales confirmados, de los cuales 7 están graves y 13 son trabajadores sanitarios. Por otro lado, se pide calma a la población. ¿Cuál es la situación real?

Hay muchos datos que desconocemos, como cuál será la repercusión final, cómo afectará -ya está afectando- a la economía mundial, si se trata de un virus con carácter estacional (como la gripe) o si podrá haber casos durante todo el año.

Pero también, con el paso de los días, las publicaciones y las investigaciones epidemiológicas, hay más datos que vamos conociendo y que pueden ser de utilidad. Por ejemplo, la mortalidad global es del 2-4%, si la comparamos con la del sarampión, que puede llegar hasta el 30%, vemos que, aunque no sean cifras para nada despreciables, no es un virus con alta letalidad.

Los coronavirus son virus cuyo reservorio habitual son animales salvajes (pangolines, murciélagos…), y están surgiendo en Asia ya que en algunas regiones se comen estos animales. Como tienen la capacidad de mutar muy rápido, se adaptan con facilidad a un nuevo huésped, los humanos. Hasta hace no muchos años eran virus que prácticamente solo se encontraban en estas regiones de Asia, pero con la expansión del turismo y la globalización, era cuestión de tiempo que se empezaran a detectar casos en otras localizaciones.

Los síntomas, de manera muy sintetizada, equivalen a los de una “gripe con pocos mocos”: fiebre, tos -generalmente seca-, dolores musculares. Si presentamos alguno de estos síntomas, la recomendación NO es acudir al hospital, sino llamar al 112 y seguir sus indicaciones. En función del riesgo de cada persona se tomarán unas medidas u otras. El prototipo de paciente afectado es el de un varón de unos 45 años, siendo la mortalidad en este rango de edad del 0.3%. En personas mayores de 70 años y con enfermedades cardiovasculares (infartos, cardiopatías, diabetes mal controlada…) la gravedad es mayor. No parece, sin embargo, ser más grave en pacientes oncológicos o con enfermedades respiratorias crónicas. Además, los casos que son graves lo suelen ser desde el principio, en las primeras 48 h, por lo que, si tenemos o hemos tenido fiebre, tos… durante 3 o 4 días y estamos “bien”, sería excepcional que tuviéramos complicaciones.

Entender cómo se transmite puede ayudarnos a tomar las precauciones necesarias y a evitar medidas absurdas: cuando tosemos o estornudamos eliminamos “gotitas”, que pueden ser de distintos tamaños. La tuberculosis, por ejemplo, se transmite por las gotas más pequeñas o finas, que pueden alcanzar varios metros, por lo que es muy contagiosa. El ébola, sin embargo, está presente en gotas más gruesas, por lo que hace falta un contacto más estrecho para contagiarse. Y los coronavirus están presentes en las gotas de tamaño medio, capaces de alcanzar hasta 1,5-2 metros de distancia (por lo que, si alguien estornuda o tose a más de esta distancia, NO podemos contagiarnos). Estas gotas sí que pueden depositarse en superficies (mesas, muebles, MASCARILLAS) y en nuestras manos. De ahí que la medida preventiva MÁS IMPORTANTE sea el lavado de manos (vale con agua y jabón, no necesariamente hay que utilizar soluciones hidroalcohólicas). Aunque es poco frecuente, se han encontrado casos que han dado positivo para el virus en ausencia de síntomas ni fiebre, por lo que podría transmitirse desde personas asintomáticas.

Un dato inquietante es que la capacidad de contagio del virus es alta. Cada paciente infectado infecta de media a 2 o 3 personas más, con lo cual la diseminación es exponencial. Además, parece que personas con pocos síntomas o incluso sin síntomas son capaces de transmitir la enfermedad.

En resumen, en nuestra opinión la pandemia es inevitable y este virus estará presente en nuestro ambiente en los próximos años, como lo está el virus de la gripe. La llegada del calor y los días más largos hará que los casos disminuyan en el hemisferio norte. Además de las medidas preventivas lógicas en este tipo de pandemia, las autoridades y la industria farmacéutica deben trabajar con rapidez e inteligencia para que las vacunas y fármacos antivirales se desarrollen con seguridad y eficacia y que estén disponibles allá donde se necesiten.

POST ESCRITO EN COLABORACION CON EL DR. JOSE LUIS RAMIREZ

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