Láseres dermatológicos: una guía breve, clara y útil para pacientes

 

La tecnología láser de nuestras consultas ha cambiado enormemente en los últimos años. Hemos pasado de “pelar” la piel con dispositivos agresivos a modular con precisión cómo se remodela el colágeno, cómo se aclaran las manchas o cómo se eliminan los vasos sanguíneos. La clave ya no es “cuánto quitamos”, sino qué energía damos, a qué profundidad y durante cuánto tiempo. La precisión del láser es una forma moderna de sabiduría: actuar solo donde es necesario. Eso permite resultados más naturales, menos tiempo de baja y más seguridad en todos los tipos de piel. Este tipo de tecnología juega un papel importante dentro de la llamada nueva medicina estética regenerativa.

Pero no todo debe ser tratado con láser. Este artículo es un guía que resume en qué consisten los láseres dermatológicos, qué innovaciones hay en este campo y en qué patologías el láser puede ser un tratamiento de primera elección.

 

La mínima física que hay que entender

Los láseres son luces muy concentradas que calientan selectivamente un objetivo (agua, melanina o hemoglobina) sin dañar demasiado la piel de alrededor. En palabras más técnicas, los láseres emiten una luz de longitud de onda concreta (que se mide en nanómetros y da el color de la luz del láser) que “busca” un cromóforo o molécula diana: agua, melanina o hemoglobina. El láser que actúa sobre el agua de la piel es el que usamos para rejuvenecer, el que actúa sobre la melanina es que elimina las manchas, los tatuajes o depila (por eso el láser no depila el pelo blanco ya que no tiene melanina) y el que actúa sobre la hemoglobina es el que elimina los capilares y venas (ya que estas estructuras están llenas de sangre con hemoglobina).

Además de la longitud de onda del láser y la diana que queremos tratar, es importante definir la duración del pulso del láser (milisegundos para depilación o eliminación de vasos, picosegundos para eliminación de pigmento y tatuajes) y la energía del pulso.

Con esta introducción ya sabemos un poco en qué consisten los láseres y cómo los utilizamos en la piel.

 

Principales aplicaciones del láser

Hay muchas alteraciones de la piel que pueden ser tratadas con láser y que hace pocos años eran imposibles de eliminar. A continuación, describimos las principales patologías que podemos mejorar con esta tecnología y el láser que las mejora:

• Cicatrices y estrías (láser CO₂, Er:YAG): vaporizan capas microscópicas; mejoran arrugas y cicatrices. El CO₂ profundiza más; el Er:YAG es más superficial y recupera antes.
• Rejuvenecimiento (láser 1440–1550–1565–1927 nm): calientan la dermis para estimular colágeno sin romper la epidermis; mejoran textura, poros y discromías con poco paro social.
• Vasos y rojeces (láser vascular PDL 585–595 nm, KTP 532 nm, Nd:YAG 1064 nm): cuperosis, telangiectasias, angiomas; el láser Nd:YAG llega a vasos más profundos y es más seguro en pieles oscuras.
• Depilación (láser alejandrita 755 nm, diodo 800–940 nm, Nd:YAG 1064 nm): son eficaces sólo en vello oscuro ya que la diana es la melanina como hemos dicho anteriormente.
• Manchas: (láseres Q-switched y picosegundos) que fragmentan el pigmento y la tinta de tatuaje con pulsos ultracortos.
• IPL o Luz Pulsada Intensa (no es láser): versátil para daño solar difuso, venitas y manchas con recuperación corta.

 

Lo último: los “láseres fríos” regenerativos

Bajo el nombre de láseres fríos regenerativos se agrupan plataformas diseñadas para minimizar el daño térmico que se produce en la piel. Como consecuencia estos láseres duelen menos, tienen una recuperación más rápida, tienen menos complicaciones y son más versátiles.

Con estos nuevos láseres fríos no medimos la energía o el pulso, sino que indicamos al dispositivo el nivel de profundidad exacto al que queremos llegar: si queremos obtener un efecto “glow” o de luminosidad máxima con rápida recuperación (3D MIRACLE) entonces eliminamos 10 micras de la epidermis. Si queremos un efecto de tensado o mejoría de arrugas profundas entonces utilizamos el modo “coring” hasta llegar a capas más profundas de la dermis.

Como manejar la piel antes y después

Antes del tratamiento es fundamental realizar una buena historia clínica (preguntar sobre alergias o fármacos fotosensibilizantes, retinoides orales, etc), valorar una dermatoscopia o biopsia cuando hay dudas diagnosticas en lesiones pigmentadas (no tratar antes de tener un diagnóstico para dejar pasar un cáncer de piel de forma inadvertida), valorar antecedentes de herpes (a veces se pauta profilaxis oral) y realizar protección ocular (siempre con gafas específicas para el tipo de láser, también el acompañante si está en la sala..).

Después del tratamiento se recomienda una limpieza suave, hidratación intensa, evitar calor/gimnasio 48–72 h, suspender cosmética irritante 5–7 días y fotoprotección estricta.

Por qué insistimos en el diagnóstico previo

No todas las “manchas” o lesiones de la piel son candidatas a láser. Antes de utilizar un láser hay que usar la dermatoscopia (ver el interior de la mancha) y, si el diagnostico no está claro, biopsiar la lesión. Tratar sin diagnóstico puede enmascarar un melanoma o retrasar su diagnóstico. El láser es una herramienta terapéutica, no diagnóstica.

Claves prácticas para el paciente

1. Invierno es mejor para la mayor parte de los láseres
2. Fotoprotección: SPF 50+, reaplicación y gorra. Antes y después del tratamiento.
3. Personalización del tratamiento: tipo de piel, medicación, hábitos, expectativas y cuidados posteriores.
4. Mantenimiento: conviene mantener la fotoprotección y en muchas ocasiones realizar alguna sesión de láser de cuerdo

No todo debe ser tratado con láser

Hay muchas técnicas más baratas y sencillas que siguen siendo muy útiles en dermatología y que en muchas ocasiones pueden sustituir al láser. Un ejemplo es la crioterapia con nitrógeno líquido, que es magnífica para la eliminación de verrugas, papilomas y queratosis. También hay patologías que pueden curarse con un tratamiento médico sin necesidad de aplicar láser. Por ejemplo, el acné y la rosácea pueden curarse en la mayoría de los casos con medicación oral sin necesidad de láser. Y en las alopecias el láser tampoco debe ser un tratamiento de primera elección ya que hay tratamientos orales más eficaces.

Conclusión

Los láseres modernos son muy útiles para tratar arrugas, manchas, vasos, cicatrices y vello con gran seguridad. La gran novedad es la llegada de láseres fríos regenerativos que renuevan la superficie y mejoran textura y tono con menos calor, menos dolor y menos días de baja. No existe “el láser para todos”, ni todo debe ser tratado con láser. Por ello es importante la valoración inicial de tu piel por un dermatólogo antes de realizar ningún procedimiento.

Pero la realidad es que los láseres han cambiado la forma que tenemos los dermatólogos de tratar algunos de nuestros pacientes. A veces, como decía Kant, "la belleza no está en el objeto, sino en la luz con que decidimos iluminarlo."

Artículo publicado en El Confidencial: https://www.vanitatis.elconfidencial.com/estilo/belleza/2025-10-12/laseres-dermatologicos-guia-breve-clara-y-util-para-pacientes_4225965/