Dermatología estoica: 5 reglas para cuidar tu piel inspiradas en la filosofía estoica

 


En un mundo donde el cuidado personal adquiere cada vez más importancia, la dermatología y la filosofía pueden parecer campos bastante distantes. Sin embargo, la filosofía estoica ofrece una guía sorprendentemente práctica para el cuidado de la piel ya que se centra en la autodisciplina, el control de los deseos y la aceptación de lo que no podemos cambiar. A continuación, exploraremos 5 reglas basadas en principios estoicos que pueden aplicarse para mantener una piel saludable.

1. Acepta lo que no puedes cambiar

La piel en muchas ocasiones es una fuente de desafíos: desde brotes de distintas enfermedades hasta los inevitables signos de envejecimiento. Además, la genética juega un papel importante en las características de nuestro físico y nuestra piel.  Nada puede cambiar tu tipo de piel, tu tendencia a cicatrizar con queloides, tu tendencia genética a desarrollar ciertas enfermedades o tu alergia a determinados productos. La aceptación estoica nos enseña a reconocer y aceptar estos factores fuera de nuestro control, en lugar de luchar contra ellos con frustración y desesperación. Que las cosas no salgan como quieres no significa que salgan mal. Epitecto lo resumía de esta manera: “no busques que los eventos sucedan como quieres, sino quiere a los sucesos como sucedan y tu vida irá bien”.

2. Modera tus Deseos

En el cuidado de la piel, es fácil caer en la tentación de usar demasiados productos o someterse a tratamientos excesivos en busca de la perfección. Los estoicos nos aconsejarían moderar estos deseos y concentrarnos en lo que realmente beneficia. Por ejemplo, una rutina de cuidado de la piel eficaz no necesita ser complicada o llena de productos. O realizar demasiadas técnicas estéticas puede producir resultados grotescos. Otro ejemplo sería utilizar tratamientos médicos o quirúrgicos más agresivos que la propia enfermedad. Un enfoque estoico nos invitaría a reflexionar antes de actuar, asegurándonos de que cada tratamiento, cosmético o técnica es necesaria y beneficiosa. Fue Sócrates quien, paseando por un mercado, dijo: “me encanta ver tantas cosas que no necesito para ser feliz”.

3. La virtud es la clave para ser feliz

Para los estoicos, la virtud, entendida como la excelencia del carácter, es suficiente para una vida feliz. En términos dermatológicos, esto se traduce en enfocarse menos en la apariencia estética exterior y más en la salud integral de la piel y de nuestro interior. El cuidarnos a través de una dieta adecuada, la práctica de ejercicio, y el control de factores como el sol, tabaco o alcohol pueden ayudarnos no solo a envejecer mejor sino también lucir una piel más saludable.

4.  Vive en armonía con la naturaleza

Los estoicos enfatizaban la importancia de vivir en armonía con la naturaleza. Recomendaban respirar aire puro, disfrutar de la naturaleza y contactar con nosotros mismos, una forma eficaz de aquietar la mente. Muchas enfermedades de la piel se ven agravadas por una mente inquieta. En ocasiones es el sufrimiento hablando a través de la piel. Por otro lado, vivir en armonía con la naturaleza también implica el uso de productos seguros y sostenibles, minimizando el uso de químicos potencialmente dañinos para la piel y el ambiente. Esto incluye también el envasado de productos dermatológicos, que debería ser reciclable o biodegradable.

5. Conócete a ti mismo

La introspección es clave en el estoicismo para entender nuestras reacciones y emociones. Aplicado a la dermatología, implica por ejemplo conocer y observar cómo reacciona nuestra piel a diferentes productos, entornos o incluso estados de ánimo. Otro ejemplo de autoexploración recomendable sería controlar si nuestros lunares cambian para poder detectar precozmente el cáncer de piel. 

En la era de Instagram y de la recompensa rápida, la integración de estos principios estoicos en nuestra rutina de cuidado de la piel no solo puede ayudar a mantener la piel saludable, sino también aportar una mayor serenidad a nuestras vidas.

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