CONFERENCIA EN LA ACADEMIA AMERICANA DE DERMATOLOGÍA (4): ¿POR QUÉ MUCHOS PACIENTES NO QUIEREN REALIZAR TÉCNICAS INYECTABLES?

En mi última conferencia en San Francisco describí las estadísticas en el mundo y en España de las distintas técnicas estéticas. Es interesante que en EEUU la técnica estética más realizada sea con diferencia el Botox, seguida de los rellenos. También es de destacar el aumento de la frecuencia con la que se realizan estas técnicas en este país.


Sin embargo en España la situación es diferente. En primer lugar más del 90% de los pacientes adultos es España no se realizan ninguna técnica inyectable. Y la inyección de rellenos es más frecuente en España que la inyección de Botox. Es decir, el Botox tiene mala fama en nuestro país.


Además en España el 70% de los tratamientos inyectables lo realizan pacientes mujeres entre 40 y 60 años, y la frecuencia de hombres tratados ha disminuido con la crisis, mientras que la frecuencia de mujeres tratadas con inyectables ha aumentado.

Otra estadística interesante: los pacientes en España gastan mucho más en cremas o en centros de estética que en tratamientos inyectables. De media la mujer española gasta 1.216 euros al año en productos cosméticos, 853 euros en centros de estética y 422 euros en botox o rellenos.

En mi opinión el mayor FRENO a la hora de tratarse, además del precio, es el temor a obtener UN RESULTADO NO NATURAL. Todos estamos acostumbrados a ver a nuestro alrededor, e incluso en “celebrities”, pómulos excesivos, caras paralizadas o labios grotescos. 

Es importante que el médico conozca todas las técnicas estéticas de forma minuciosa así como tener un conocimiento exhaustivo de la anatomía facial para poder conseguir resultados naturales y evitar efectos secundarios. Y es fundamental educar TANTO A LOS PACIENTES COMO A LOS MÉDICOS EN QUE LOS RESULTADOS DISCRETOS SON LOS MÁS ELEGANTES.


El LENGUAJE QUE UTILIZAMOS TAMPOCO AYUDA. Constantemente usamos palabras como RELLENOS, TOXINA, INYECTABLE, VOLUMINIZADOR, etc. Estas palabras no ayudan a “tranquilizar” al paciente. Por ello ahora la tendencia es a usar la palabra “neuromodulador” en vez de toxina botulínica, o “inductor de colágeno” en vez de relleno.


Por último concluir diciendo que la dermatología moderna dispone de métodos no agresivos para ayudar a nuestros pacientes a envejecer con elegancia y discreción. El uso prudente de estas técnicas puede ayudar a nuestros pacientes a verse con la edad de la que se sienten.


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